Un trabajo afinado
El pasado 26 de mayo, el Centro de Estudiantes, del Conservatorio Provincial de Música 
Félix T. Garzón, llevó a cabo el ciclo Música Argentina. La iniciativa, propuesta por una docente de la institución, fue tomada por los alumnos, quienes se organizaron para hacer realidad el evento.
El encuentro, realizado al aire libre, contó con la presencia de estudiantes de todos los niveles de educación. Cada grupo pasó al escenario desplegando su música, siendo el único requisito las ganas de cantar celebrando los 201 años de la Revolución de Mayo. Así, durante tres horas los estudiantes, de todas las edades, desplegaron todo su arte.
Martín Rivero; presidente del centro del estudiante, repasó –con emoción– cómo desarrollaron la nada fácil tarea de llegar hasta sus pares para hacer conocer cuáles son sus intenciones y sus ganas de trabajar para el bien de cada uno de los alumnos. “Muchas veces es muy difícil. Algunos vienen muy poquitas horas y no siempre coinciden los turnos. Desde que estoy en el centro de estudiantes, recién he podido conocer más quienes somos parte del Conser. Ves pasar gente sin saber quiénes son”.
Mariana Mora, secretaria de asuntos estudiantiles, agregó: “Queremos ‘contagiarlos’. Queremos construir el centro para que funcione y perdure. Las carreras son cortas y el tiempo de trabajo es muy poco. Por eso decimos conformar este grupo con alumnos de todos los años. Martín es de tercer año y está por terminar. Pablo, nuestro vice, es de segundo. La idea es que haya una continuidad. Hay mucho por hacer”.
Los hechos de las tomas de las escuelas, sucedidos en el 2010, marcó en estos jóvenes un antes y un después. “Hasta ese momento, si bien sabíamos que existía un centro de estudiantes, no conocíamos quienes eran. Tal es así que se hicieron elecciones de las cuáles salimos electos”, recordó Martín. Hay un cambio en estos alumnos que se vislumbra en el tono de sus palabras. El entusiasmo, pero también la responsabilidad del lugar que ocupa cada uno, son la clave de este grupo de estudiantes que quieren trabajar por sus pares y su institución. “Está claro que nosotros no podíamos tomar el conservatorio por problemas edilicios. Pero si creímos que el tema de la ley, era una cuestión relevante. La estudiamos de arriba abajo. La debatimos y la trabajamos. Fue una experiencia increíble. Ahora, no estamos con la toma de las escuelas, porque sí. La razón debe primar. La toma por la toma en sí misma, no”, aclara Belén Corzo, delegada estudiantil.
La presencia y la participación de los estudiantes es muy importante para el desarrollo de cada una de las actividades planificadas por el centro. No obstante, estos jóvenes estiman que sería significativo poder conformar un espacio para los egresados. Al respecto, Pablo Pizarro, Vice-presidente del Centro, mencionó que “al ser tan cortas las carreras, el alumno se recibe y no vuelve a la institución. No hay un lugar para el que termina sus estudios. Estamos buscando la manera de lograr que el egresado también pueda participar”.
Para los presentes, y en la medida que el sol se escondía y el frío apretaba, el centro de estudiantes había preparado un buffet, para que entre un café, que calentara el cuerpo, y buena música se despidiera la tarde.
